Preguntas frecuentes

Equipos de minería, mantenimiento técnico de los equipos, optimización del software, consultoría técnica y estratégica, desarrollo y análisis de negocios basados en minería, criptomonedas y aplicaciones basadas en Blockchain.

Haverö tiene la capacidad de trabajar con un público muy variado, desde los más pequeños hasta los más grandes. 

Trabajamos atendiendo curiosidades y necesidades con particulares apasionados por la tecnología Blockchain, ofrecemos servicio colaborando con diferentes empresas buscando soluciones innovadoras para sus clientes, además presentamos propuestas viables y rentables a diferentes grupos de inversores internacionales.

¡Siempre será un placer atender cualquier inquietud sea cual sea tu perfil!

La tecnología Blockchain esta considerada como la Cuarta Revolución Industrial, debido a que redefine por completo el sistema, hasta ahora conocido y aplicado, de hacer negocios.

Hoy en día, es necesaria la participación de un tercero en una operación comercial para garantizar la autenticación y verificación de dicha operación, este actor es conocido como el intermediario.

Las instituciones actuales tradicionales como notarios, abogados, bancos, entre otros y no tan tradicionales como las plataformas de pago online, PayPal, Neteller y demás, realizan esta función de intermediario. Por poner un ejemplo sencillo, los bancos, intermedian en las transferencias de dinero, verificando que el remitente posee suficientes fondos como para realizar una transferencia. Al depender de una organización tercera para garantizar la ejecución, el sistema se considera CENTRALIZADO.

A pesar de que estos sistemas han funcionado a lo largo de los siglos, presentan innumerables desventajas, pues al tratarse de sistemas centralizados controlados por una única organización, no se puede garantizar la transparencia de los procesos. En el banco, por ejemplo, podría haber un empleado con malas intenciones que manipulase el sistema con el fin de robar nuestro dinero.

Estas vulnerabilidades en los sistemas centralizados se solucionan con grandes inversiones en seguridad y mantenimiento. Aunque cabe mencionar que, si se produjese una brecha en el sistema, este quedaría bloqueado por un tiempo provocando así una interrupción indeterminada, aparte de generar una gran desconfianza entre los miembros involucrados en la estructura.

En definitiva, todos estos métodos preventivos para garantizar la “transparencia”, se resumen en mucho esfuerzo, tiempo y dinero. Sin contar, con la posibilidad de que una brecha podría acarrear consecuencias desastrosas para una o varias organizaciones involucradas.

Después de definir lo que es un sistema centralizado, podemos entender mejor el valor que la tecnología Blockchain brinda al ser un sistema DESCENTRALIZADO.

Bitcoin fue el primer proyecto desarrollado utilizando la tecnología Blockchain con la finalidad de crear valor virtual transferible entre iguales. Al registrar todas las transferencias en una Blockchain pública descentralizada, se excluyo al intermediario, se eliminó el problema de falsificación y duplicidad de dinero y, además, su funcionamiento peer-to-peer permite transacciones casi instantáneas con costes de transferencia mínimos.

Además de todas estas características que hoy en día nos brinda Bitcoin con la tecnología Blockchain, en el hipotético caso de que parte del sistema se derrumbase, continuaría funcionando sin interrupción al tratarse de una red descentralizada.

En 2008, esta fue la idea original de Bitcoin con la tecnología Blockchain, no obstante, en 2015 un grupo de desarrolladores fue más allá y con la creación de Ethereum revolucionaron el concepto, mutando la idea original de “transferencia de valor” por “transferencia de información”, en este caso los intermediarios serían aquellos que intermedian en la transferencia de información como WhatsApp, Facebook, Google, entre tantos, abriendo así las puertas de la cuarta revolución industrial.

Es la columna vertebral de la seguridad informática.

Se genera con un algoritmo matemático que convierte cualquier entrada, que puede ser texto o número, en una serie de caracteres con una longitud fija, lo que se puede comparar a la huella digital única de cada archivo.

Si el archivo original es modificado lo más mínimo, el Hash cambia por completo. Además, es irreversible, es decir, no puede convertir un código ya generado, en el archivo que genero dicho código, por lo que garantiza la confidencialidad del contenido.

La tecnología Blockchain trabaja con Hashes, por ejemplo, para identificar transacciones o registrar la huella digital de un archivo para posteriormente certificar su autenticidad.

La Blockchain funciona como un registro único, consensuado y distribuido en varios “nodos” de una red. En el caso de las criptomonedas, podemos entenderlo como el libro contable donde se registra cada una de las transacciones.

Los nodos son equipos informáticos que participan en una red Blockchain concreta y se conectan entre si por medio del protocolo peer-to-peer (P2P) lo que permite la comunicación entre sí dentro de la red, así como difundir información sobre transacciones y bloques.

Estos bloques almacenan una serie de registros o transacciones válidas y además cada uno de ellos está definido por un Hash (huella digital única) que lo enlaza al último bloque ya registrado en la cadena de bloques y otro Hash que define como debe ser el próximo bloque que vaya a enlazarse en la cadena. Por lo tanto, cada bloque tiene un lugar específico e inamovible dentro de la cadena, ya que cada bloque contiene información del Hash del bloque anterior.

Cada bloque está matemáticamente vinculado al bloque siguiente, una vez que se añade uno nuevo a la cadena, el mismo se vuelve inalterable. Si un bloque se modifica, el Hash cambiaría automáticamente y la cadena se rompería. Esto quiere decir que toda la información registrada en los bloques es inmutable y perpetua.

La cadena completa se guarda en cada nodo de la red que conforma la Blockchain, por lo que se almacena una copia exacta de la cadena en todos los participantes de la red.

A medida que se crean nuevos registros, estos son primeramente verificados y validados por los nodos de la red, lo que permite asegurar la autenticidad de dicha información, y luego añadidos a un nuevo bloque que se enlaza a la cadena. Todo este proceso se realiza de forma automatizada en cuestión de pocos minutos por los nodos conocidos como mineros, los cuales reciben una comisión definida por el sistema al enlazar un bloque validado a la cadena de bloques.

Al ser una tecnología distribuida, donde cada nodo de la red almacena una copia exacta de la cadena, se garantiza la disponibilidad de la información en todo momento. En caso de que un atacante quisiera provocar una denegación de servicio, debería anular todos los nodos de la red, ya que basta con que al menos uno esté operativo para que la información esté disponible.

Por otro lado, al ser un registro consensuado, donde todos los nodos contienen la misma información, resulta casi imposible alterar la misma, asegurando su integridad. Si un atacante quisiera modificar la información en la cadena de bloques, debería modificar la cadena completa en al menos el 51% de los nodos, algo hipotético e improbable ya que el ataque superaría en costos los beneficios que el atacante podría obtener.

Con estas características de diseño y funcionamiento podemos pensar en la tecnología Blockchain como un intermediario digital, no humano, incorruptible. Un medio para certificar y validar cualquier tipo de información. Una base de datos registrados, confiable, descentralizada, resistente a la manipulación de datos, y donde queda todo registrado sin posibilidad de modificación o eliminación.

Un contrato inteligente es básicamente un programa informático que ejecuta acuerdos establecidos entre dos o más partes haciendo que ciertas acciones sucedan como resultado de que se cumplan una serie de condiciones específicas.

En los contratos inteligentes se programan las condiciones, se firman digitalmente por ambas partes y se introduce en una red Blockchain para que no pueda modificarse.

Este tipo de contrato inteligente aporta mayor seguridad a la del contrato tradicional ya que cuando se produce una condición programada con anterioridad, el contrato ejecutará automáticamente la cláusula correspondiente. Además de reducir costes y tiempos en las interacciones.

Los Tokens son unidades de valor que trabajan con la tecnología Blockchain de forma pública o privada. Generalmente son emitidos por entidades privadas por la versatilidad que otorgan a la hora de canjear servicios o realizar transferencias económicas dentro de la propia corporación.

Un Token posee información que puede servir para otorgar un derecho. Puede representar un valor económico, comportarse como una ficha canjeable por un servicio concreto, representando horas de trabajo y pueden permanecer bajo el control de la empresa o estar abiertas al intercambio de forma globalizada.

Al funcionar con la tecnología Blockchain, cada transferencia de Token se registra en la cadena de bloques por lo que se convierten en una herramienta confiable, transparente, única e inmutable. 

El trabajo del minero consiste en reunir por medio de una red P2P las nuevas transacciones, almacenarlas en un bloque y resolver un complejo cálculo matemático que requiere de potencia, tiempo y electricidad. Una vez resuelto, solo queda validar y anclar el bloque a la cadena para de esta forma recibir la recompensa.

Todo este proceso se realiza de forma automatizada, por medio de avanzados equipos informáticos con un software optimizado que reduce los consumos eléctricos y aumenta la potencia de hashes por segundo del equipo, buscando siempre disminuir los tiempos de resolución de bloque.

“A mayor potencia de H/s, mayor probabilidad de minar un bloque, por consiguiente, un aumento del beneficio.”

Los bloques enlazados cuentan con un puntero Hash que enlaza al bloque anterior, además de una marca de tiempo y los datos de la transacción. Cuando uno de los mineros resuelve el problema criptográfico, avisa a los demás, que comprueban que efectivamente es así y añaden ese bloque a la cadena de bloques completa que tienen en su memoria.

Gracias al uso de una cadena de bloques común que se sincroniza entre los nodos se logra la irreversibilidad de las transacciones, lo que permite que nadie pueda corromper el sistema.

La minería en la nube consiste literalmente en alquilar la potencia de minado de manera virtual, en base a una potencia (hash rate) y un tiempo (días, meses o años).

La estrategia de construir una mina y alquilar la potencia de minado, reduce drásticamente el riesgo de la inversión, al no depender del mercado volátil de las criptomonedas.

Una mina es una gran cantidad de mineros compartiendo su potencia de minado H/s, aumentando así las probabilidades de “resolver el problema” antes que el resto de mineros conectados a la red.

Al invertir en la construcción de minas se obtiene una capacidad tan elevada de potencia de minado, que abre la posibilidad de iniciar diferentes lineas de negocio buscando siempre reducir los riesgos y maximizar el retorno de la inversión.

Los mineros que se unen en una pool de minería comparten su potencia para elevar las posibilidades de resolver los bloques.

La recompensa que se recibe por cada bloque, y es administrada por la propia pool, que se encarga más tarde de distribuirla entre todos los equipos que han colaborado, en base a la cantidad de trabajo que cada uno ha realizado.

La pool cobra de media una tasa del 1% a los mineros conectados.

Al compartir la potencia, también se comparten los beneficios pero, se aumenta considerablemente la cantidad total de bloques resueltos, por tanto, los beneficios son más altos.